
Apoyó su cabeza en la pared, las cotas descendían helando su piel poco a poco… En sus labios: una canción, en su cabeza: un recuerdo y en su alma: la esperanza de que esa ducha no acabara nunca.
Pasó demasiado tiempo buscando una respuesta, quizás estuviese escondida entre las rendijas de los azulejos o tal vez estaba allí, a la vista, flotando en el aire… esperando a que ella se diera cuenta de que lo que necesitaba estaba allí esperándola junto a su toalla.
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