Cuida tus pensamientos porque se convierten en palabras. Cuida tus palabras porque se convierten en acciones. Cuida tus acciones porque se convierten en… hábitos. Cuida tus hábitos porque se convierten en tu carácter. Y cuida tu carácter, porque se convierte en tu destino. Nos convertimos en lo que pensamos.
Pero rara vez pensamos en lo que nos convertimos.
ResponderEliminarO cuando lo pensamos es demasiado tarde.
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