"El escritor es un ingeniero del alma"

viernes, 14 de febrero de 2014

Perdiste todo aquello que creías que realmente merecía la pena. Hiciste lo que juraste que no harías jamás. Ocurrió lo impensable. Calculaste mal la jugada y el trío de ases acabó convirtiéndose en nada. Decepcionaste a los demás y lo que es peor, a ti misma.
Y miras al vacío mientras das otra calada a ese eterno cigarrillo que parece nunca acabar. Incapaz de pensar en el futuro, intentando recomponerte del pasado. Preguntándote por qué este presente. Vuelves a suspiras, sonríes en soledad y comienzas a llorar.

Puede que una de las sensaciones más amarga que podemos llegar a experimentar es ese momento en el que te das cuenta de que hiciste todo lo que podías haber hecho, y lo hiciste mal. Esa mezcla de decepción con impotencia que acaba haciendo que todo cuanto te rodea carezca de sentido.
Negar la realidad no hará que esta cambie. Negarte a ti misma aquello que hiciste no te hará sentirte mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario