"El escritor es un ingeniero del alma"

viernes, 30 de noviembre de 2012



“Me pregunto si la identidad personal consiste precisamente en la posesión de ciertos recuerdos que nunca se olvidan”
Jorge Luis Borges

martes, 27 de noviembre de 2012





"He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño." Joseph Heller.



Me gustaba la lluvia cuando no era algo habitual y monótono. Cuando no estaban de moda días tras día los pies empapados y el paraguas como accesorio imprescindible. Cuando tenía tiempo para poder escucharla sin tenerla de fondo mientras memorizo fórmulas, hechos históricos u obras de Shakespeare.
Estoy segura de que algún momento habéis sentido como si todo se cubriera con un suave velo, haciéndote ver las cosas menos nítidas y consecuentemente haciendo aparecer cuestiones sobre tu forma de ver la vida. No se si es la falta de tiempo, de descanso o simplemente el hecho de adquirir información masiva sobre corrientes de pensamiento y hechos históricos pero lo cierto es que yo me siento de este modo.
Es posible que todos tengamos nuestras pequeñas "revoluciones francesas" interiores. Desmantelando todo aquello que creíamos o sentíamos y cambiando nuestra forma de vida.
Puede que sea eso, o tal vez que lleve demasiado tiempo con los pies mojados y la cabeza fría.



Utopías para un corazón revolucionario ignorante de la razón por la cual bombea furtivamente tras cada amanecer para volver, como si de un deber se tratara, cada noche a su hogar.



Quiero un mundo en el que quepan muchos mundos.
Un mundo en el cual pueda expresar lo mucho que amo a alguien independientemente de su sexo, color de piel o religión. Un mundo en el que niños inocentes no mueran en atentados provocados por conflictos en los que nunca han participado. Un mundo en el cual una institución religiosa no controle vidas. Un mundo donde los soñadores sean algo más que locos. Y lo quiero porque tenemos derecho a vivir con una esperanza que no esté relacionada con un número en una cuenta corriente o un cargo de autoridad.
Porque creo que merecemos algo más de lo recibido. Porque debemos exigirnos más de lo que damos.

lunes, 19 de noviembre de 2012




Me hablas de cambios y noches de encanto. De un mundo mejor, menos caro para el corazón. De sonrisas para desayunar y abrazos como almuerzo. De esperanzas no solo por Navidad y el eterno verano en nuestro interior...
Me hablas y te escucho, porque quiero creer que en ello. Porque estoy en mitad de la tormenta pero creo divisar un claro...



Tejeré con cada trozo de este agrietado corazón una coraza. Y así no entrará nadie nunca más.
Y así tú nunca saldrás...

domingo, 11 de noviembre de 2012



El dulce sabor de la quimera hecho sueños.
Pasión embotellada en frascos de perfume.
Perfección maquillada de carmín rojo pasión.
Y amor con fecha de caducidad.


Aquí. Ahora. Siempre.



Por primera vez en mi vida lo he visto claro, sé lo que quiero.
Y créeme cuando te digo que no lo pienso, ni quiero dejar escapar.
Mi forma de conseguir los sueños no es desearlos, sino abordarlos cuando menos se lo esperen...

miércoles, 7 de noviembre de 2012



Soneto para Helena

Vencida por los años, en la dulce tibieza
del hogar y la luz albos copos hilando,
dirás embelesada mis versos recordando:
Ronsard cantó los días de mi feliz belleza.

Ya no habrá quién recoja de tu voz la tristeza,
ni esclava soñolienta que el percibir el blando
rumor en que me nombras, dichosa despertando
con férvida loanza bendiga tu realeza.

Mi cuerpo bajo tierra, tan sólo ya mi alma
Yagará de tus mirtos umbrosos en la calma,
mientras tú, cerca al fuego, te acoges aterida.

Y has de llorar entonces esa altivez insana...
No te niegues, escúchame, no esperes a mañana:
cíñete desde ahora las rosas de la vida.

Pierre Ronsard

sábado, 3 de noviembre de 2012



Cantarás dulces alabanzas al amanecer bajo su ventana. Aceptarás en vano un final trágico por un amor que tan solo es espejismo de un tiempo indeciso. Gritarás al mundo por injusticias que para el resto tan solo serán gajes de la vida.
¿Y que más?
Dime que más necesitarás para saber que ese sentimiento no es el correcto. Y que más para conocer que existen ocasiones en las que lo incorrecto es la única manera de conseguir ver florecer el sentimiento.