Cuando me preguntan que quiero ser de mayor suelo responder cosas tipo feliz o persona. Siempre he creido que es más importante el como que el que.
Solo te diré que cuando sea anciana, esté arrugada y cansada me encantaría poder contar que hice aquello que creí oportuno, cumplí algún sueño y desperté sensaciones en otros. No quiero ser alguien ilustre, quiero ser querida.
Sentarse a mirar fotos...sonreir, emocionarse y llorar. Recordar siempre el pasado como algo bueno y hacer que te recuerden como alguien que encontró su sitio en el mundo...
Yo solo quiero un buen libro, una mantita y un café. Yo solo quiero seguir siendo yo.

Juzgamos sin compasión pero al final eso es lo único que rogamos en nuestro juicio propio.
Voy a respirar lentamente, intentaré no alterarme mientras me miras con cara de pocos amigos y haces una revisión acerca de mi aspecto. Justo después caminaré en tu misma dirección y me harás un saludo acompañado de una sonrisa falsa. Observarás como me alejo mientras haces un examen exacto acerca de mi aspecto.
Pero lo que no podrás ver será mi sonrisa.
No quiero saber lo que piensas de mi, porque tengo miedo de que sea algo parecido a lo que yo pienso de ti.

Echo de menos esa sensación que aparece cuando miras a ese alguien y parece que el mundo se va a acabar.
¿Tu no?

No quiero que me preguntes que me pasa, no me digas si me apetece hablar. La respuesta es NO.
¿Sabes lo que quiero? Quiero que te sientes a mi lado, me abraces muy fuerte y nos quedemos en silencio.
Porque lo que yo quiero es alguien que me haga creer que no pasa nada cuando en verdad si esta pasando algo.

Seguir una corazonada. Despertar gritando. Sentirte por un momento alguien. Conseguir un sueño loco. Correr bajo la lluvia. Llorar en un atardecer. Un café. Esa sensación de vacio al acabar un buen libro. Un reencuentro. Sentirte como una princesa. El abrazo de un amigo. Un beso de los de verdad. La palabra adecuada. Releer viejas cartas. Encontrar una foto perdida. Llorar de la risa. Sentir verguenza al llorar. Recordar un viejo amor. Una mirada. Un suspiro. El fresquito de la madrugada. Los desayunos al amanecer.
Y es que hay tantas cosas que podemos perder y tantas que aún no hemos probado...

Tener la sensación de estar haciendo un viaje muy, pero que muy largo. Como si nunca llegaras a tu distino, sentir que no perteneces a ninguna parte...
Muchos dicen que la vida es como un viaje, creen que después de esto hay algo más (incluso mejor). En verdad yo me siento así, como la chica de la última fila que no para de mirar a través de la ventanilla mientras sostiene la mirada perdida al horzonte...
La cuestión es que no quiero llegar a mi destino porque tal vez no sepa muy bien cual es.

Esa mezcla de rabia y dolor que te ciega hasta el punto de querer desaparecer...
Piensas: mañana todo irá bien, pero aún no es mañana...

¿Realmente conocemos a quienes nos rodean? Me he preguntado montones de veces esto.
Cuando alguien muere, sentimos la necesidad de hablar de esa persona. Nos podríamos pasar horas y horas recordandole, haciendo mención de sus memorias. Pero es en ese momento, en el que los demás cuentan sus experiencias a su lado cuando crees que no le conociste... que hubo algo que nunca te mostró.
Lo cierto es que nunca conoceremos a alguien completamente. Damos una parte de nosotros (ya sea grande o pequeña) a cada persona porque con cada uno somos completamente diferentes.
Yo si le conocí, conocí su sonrisa, su manera de explicar el mundo... pude conocer aquella pequeñísima parte que tenia para mí comparada con lo grande que era.

Deja la mente en blanco, respira... y corre.
Vacío. Pedir un abrazo a gritos en un mundo sordo. Necesitar calor humano. Desear amor.
Vivo en un mundo donde creer en el amor te hace un iluso, los amigos no existen y tener sueños es de niños.

Si algo es cierto es que un recuerdo por muy feliz que sea puede llegar a rompernos por dentro en ciertos momentos.
Mirar una foto y recordarte así, feliz. No importaba el amor, la amistad, el futuro... Solo querías una piruleta y a tu mamá. Te ibas con cualquiera que te dijera algo en un idioma infantil, sonreias cuando te sonreian, llorabas cuando querías sin importarte donde ni cuando fuera... Todos añoramos un poco de lo que fuimos y anhelamos algo de lo que seremos.
A veces pienso lo facil que sería todo si el tiempo se hubiese congelado en ese momento. Porque estar feliz y plena es algo que en estos momentos roza lo imposible.

¿Sabes la diferencia entre promesas y recuerdos?
Nosotros rompemos las promesas.
Los recuerdos nos rompen a nosotros.

Como un niño que al ver la luna extiende la mano mientras exclama: ¡Mamá mira, puedo cogerla!
No me importaría pasar mi vida manteniendo esa sensación. El saber que quizás puedas alcanzar lo inalcanzable. Cuanto añoramos nuestros años pasados... Y cuanto daríamos por volver a ser aquellos que mirando el cielo, brincabamos con los ojos nublados de alegría... intentando/consiguiendo algo que para los demás sería imposible.

Debes aprender. Aprender, aprender y aprender eso es todo lo que debemos hacer, o al menos eso es lo que nos dicen. Pero llega un momento en el que te cansas de estar siempre recibiendo información de otros. ¿Por qué no aprender de ti? ¿Que hay de malo en darte tus propias lecciones?
Está claro que todo no todo lo veré venir por mi misma, pero es ese "yo lo hubiera hecho mejor". ¿Por qué? ¿Estabas allí en ese momento? ¿Pudiste ver que había en mi cabeza, pudiste verlo? No lo creo, así que la proxima vez que pienses que podrías haberlo hecho mejor callate y vuelve a pensar que no estabas allí, que es mi error y que yo hice lo que creía o podía.
Digiriendo todo, la vida, la amistad, el desengaño, el amor, las esperanzas... Los sentimientos y las emociones nos bombardean. ¿Has traido chaleco antibalas? yo lo perdí intentando salvar a alguien que no lo merecía.

La vi y me encantó :)

- Prometo estar siempre a tu lado.
- ¿Y que más?
- Te prometo mi corazón para siempre.
- ¿Solo eso?
- ¿Quieres algo más? Te he prometido estar siempre por ti y para ti.
- Yo no quiero que estes siempre contigo, yo no quiero tu corazón. ¿Queries saber lo que quiero? Quiero que me prometas que serás feliz conmigo, solo eso, y tambien quiero que me prometas que si algún día dejas de serlo me querrás tanto como para podermelo decir. Yo no quiero ser la dueña de tus sentimientos, quiero que tú lo seas.

Quizas tuvimos los ojos vendados...
Había una vez una niña que se pasaba el día recortando: buscaba el muñeco de papel perfecto. Recortó y recortó, gastó todo el papel que había en casa y fue a la calle a pedir más... Todos aquellos muñecos que no le gustaban los tiraba, hacía una bola de papel y los lanzaba a la papelera. Un día, después de mucho tiempo creyó haber conseguido su propósito y se sintió completa. Tenía aquello por lo que tanto había trabajado... Pero tiempo después comenzó a no verlo tan perfecto: tenia los picos doblados, alguna que otra mancha y estaba arrgugado. Hizó con el al igual que con todos sus intentos: mandarlo a la papelera. Justo cuando iba a tirarlo vió como al fondo de la papelera se encontraba otra bola. "Será alguno de mis intentos", pensó. Al abrirlo vió que no se equivocaba, era uno de sus intentos, pero este a diferencia de su "muñeco perfecto" no tenía manchas, ni los picos doblados... Por supuesto que tenía alguna que otra arruga, pero causadas por ella.
Con esto quiero dar a entender que nos pasamos la vida encontrando algo perfecto y despreciando aquello que creemos que no lo es, cuando en muchas ocasiones somos nosotros las causas de esas imperfecciones.

Hace tiempo me pregunté: ¿Qué es moda? ¿Puede alguien ir siempre "a la moda"?
Una gran mujer, además de una gran diseñadora dijo: “La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, con nuestro modo de vida, con lo que está pasando…". Con estas palabras Coco Chanel quiso reflejar que todo es moda. Creo que hoy en día se ha llevado un poco al extremo la idea de moda, animando a vestir igual y haciendo sentir un poco inferiores a aquellas que no la siguen. Como dijo Dior: “Las mujeres no llevan lo que les gusta. Les gusta lo que llevan”. Esa aficción por crear un solo estilo entre las mujeres es algo que detesto, y creo que no soy la única cuando hasta el propio Oscar Wilde afirmó: “Lo elegante es lo que uno lleva. Lo que no es elegante es lo que llevan los demás”. La propia Coco Chanel creó tendencia, marcó historia saliendose de los parametros establecidos en su tiempo. Fue una mujer que se anticipó, dejandonos otra gran frase: “La moda caduca pero el estilo jamas”. Puedes llevar ropa cara, vestir con las últimas prendas sacadas de temporada, andar siempre sobre 10 cm de tacón pero eso no te hará más mujer y sobre todo nunca dirá que tienes estilo.
Me quedo sobre todo con esta gran y verdadera frase: “No creo en el buen gusto” – Gianni Versace

Preguntarte algo continuamente y chocar siempre con la misma respuesta. No darte por vencida con esa respuesta porque en el fondo sabes que no es lo que quieres… Y plantearle la cuestión a otro órgano del cuerpo porque sabes que es el único que te dirá siempre la verdad: el corazón.

Algo más que amor...

Siempre hemos escuchado que todo el mundo busca “alguien que le quiera”, simplemente eso. Pero eso es completamente mentira.
Se basan en la teoría de que con que haya amor basta, pero no. Despues del amor queremos confianza, humor, compañía, cosas en común, que acierte con los regalos, recuerde las fechas, te valore…
Así que la próxima vez no digas: Yo con que sea buena persona y me quiera… porque NO solo quieres eso, quieres más y lo sabes. Merecemos algo más que amor.

Es muy fácil hablar cuando no lo sientes.
Gente, que sin saber que ocurre dentro de nuestros corazoncitos o cabeza cree saberlo todo. Siempre he odiado a ese tipo de gente que te dice que ya ha pasado demasiado tiempo como para seguir pensando en lo mismo, aquella que juzga que es o no amor, los que dicen que algo es imposible...
Cada persona es un mundo, si todos amaramos, pensáramos y odiáramos de la misma forma no sería tan maravillosamente increíble…