Es esa sensación que me envuelve; en la que el tiempo corre a velocidades vertiginosas mientras yo tan solo puedo aspirar a un paso lento, pausado.
Como una taza de café recién hecha, humeante. Simplemente eso, vapor. Y al igual que él asciende poco a poco, sin ni tan siquiera importarle tu insignificante impaciencia para llegar a cualquier recóndito lugar. Eso es el mundo, una enorme taza de café.
Podrás gritar, correr, desesperarte... que el vapor seguirá su curso, al igual que el tiempo. Y tú tal vez te cuestionarás si merece la pena esperar, si en verdad deseas llegar a tiempo o simplemente buscas la excusa perfecta para no admitir lo pequeño que resultas para este mundo. Para esta taza de café ante la que cada mañana te muestras, deseando que ese día el vapor no ascienda muy rápido ni muy lento, deseando tan solo poder disfrutar de un día más.

Y en ocasiones un día menos...

Luchamos en un presente por conseguir un futuro ciertamente incierto.
Te preguntarás, ¿para qué? Y lo cierto es que tal vez nunca encuentres respuesta.

Equivocarse, rectificar y volver a equivocarse otra vez. ¿Crecer? No, ciertamente madurar. Aprender. Vivir.

No sé si soy así ni si me llamo...

No sé si soy así ni si me llamo
así como me llaman diariamente;
sé que de amor me lleno dulcemente
y en voz a borbotones me derramo.

Lluvia sin ocasión, huerto sin amo
donde el fruto se cae sobradamente
y donde miel y tierra, juntamente,
suben a mi garganta, tramo a tramo.

Suben y ya no sé donde coincide
mi angustia con mi júbilo, ordenando
esta razón sonora y sucesiva.

Y estoy condecorado, aunque lo olvide,
por un antiguo nombre en que cantando
voy a mi soledad definitiva.

José García Nieto, Poesía

Porque este otoño nunca volverá, cayendo levemente en tan solo una ocasión estas amarillentas hojas.
Suspirarás mientras tu cabeza intenta asumir la existencia de tan solo una oportunidad. Desearás estar lejos, lo más lejos posible. Maldecirás al tiempo, sin saber por qué. Llorarás a un pasado incierto e inexperto.
Cuando aparece la radical elección entre ahora o nunca lo habitual es preguntarse por qué ahora, pero lo correcto sería preguntarse por qué no.

Estoy en uno de esos momentos en los que sabes que aún estando al 210% de ti misma no es suficiente...
Tengo ganas de gritar, correr, perderme entre la gente... Pero, ¿sabes que? Hay veces en las que descubres que el deber pasa a ser un deseo, y los deseos están para cumplirse.

Solo ocho meses más.

Recorrer tu geografía de Norte a sur, conociendo cada una de las montañas que forma tu pecho al respirar y todos los ríos que surgen en forma de lágrimas en los días grises. Tus carcajadas formarán las olas que irán a rompen en mi alma mientras tu voz será el suave viento que acaricia los bosques de mi corazón. Comprenderás por qué me gusta perderme entre la depresión que forman tus brazos al abrazarme y dormirme acariciando la espesa jungla que representa tu pelo.

Gritar al mundo lo excesivo que resulta el resto de Tierra a tu lado...

Tenía un sueño imposible...

hasta que descubrió que nada realmente lo era.

Aconsejan tener la cabeza fría al tomar una decisión importante sobre lo realmente amado. Pero si eres capaz de mantener frío algún órgano al hablar de amor puede que aquello que crees amado sea solo un mero reflejo de afecto.
- No pidas calma. Porque si me calmo significa que ya no lo siento del mismo modo, y el no sentir igual siempre me pareció sinónimo de final.

Hay quien afirma la aparición del verdaderos amor en los peores momentos. Cabe la posibilidad de la trasmisión de ese amor en forma de sonrisas para levantar el ánimo o la simple compañía a lo largo de un día aparentemente eterno. Quien hace el problema suyo o incluso sufre por esa esa persona. Personas negadas a afrontar la idea del dolor del ser amado evitando la realidad.
Corazones en periodo de restauración que albergan sentimientos aflorados de un mal momento. Simplemente amor.
Hay quien afirma la aparición de un amor verdadero y único en los momentos difíciles y hoy puedo decir que lo creo en realidad. Aquel que te profesa amor te cuida, sufre, siente, anima e incluso ayuda aún no sabiendo como.

Y es que el amor como buen ave salvaje siempre volará más alto. Por encima de cualquier otro sentimiento...