"El escritor es un ingeniero del alma"
miércoles, 24 de abril de 2013
Desesperados sentimientos florecen a cada latir cercano a aquello que denominamos amor. Buscarás la salida de emergencia cuando tu corazón decida dar alerta de invasión. Decidimos no decidir a quién amar. Acordamos recordarle por siempre.
Volarás sobre lejanas tierras en las tardes de un abril cargado de esperanza. Un nuevo día parecerá poco mientras que la eternidad será sobrante.
Dime tu qué esperas cuando la esperanza se desespera y aquello que llamas ilusión mantiene su brillo difuso a lo lejos del camino...
viernes, 19 de abril de 2013
jueves, 18 de abril de 2013
jueves, 11 de abril de 2013
Que triste es cuando la realidad golpea tu felicidad reduciéndola a nada.
Nunca aprenderemos. Caemos, nos rasguñamos las rodillas, lloramos y volvernos a levantarnos para caer unos metros más adelante. Creemos que las personas cambiarán tan solo porque te quieren y lo que es peor, damos por supuesto que lo hacen.
Parece que el mundo se empeña en dar la ultima vuelta de tuerca cuando te encuentras justo al borde del abismo. Tal vez porque caemos por inercia, tal vez porque confía en que nos levantaremos...
miércoles, 10 de abril de 2013
Creer, confiar, querer.
Creer, confiar, querer es natural en el ser humano.
La desconfianza, la mentira, la traición existen, sí, pero no son lo usual, lo de todos los días.
Si no, ¿por qué habría de llamarnos la atención, de sorprendernos tanto -cuando nos toca- el que alguien nos haya engañado, perjudicado?
Si eso fuera lo más frecuente, no nos dolería: ya tendríamos una coraza para defendernos. Una costra amarga protegiendo nuestra sensibilidad.
Creer, confiar, querer... es natural y es hermoso.
Sin fe, sin confianza, sin amor, ¿cómo haríamos para sonreír, para criar a nuestros hijos, para estrenar con ganas un par de zapatos caminadores, para revisar el extracto de la lotería a ver si nos sacamos aunque sea terminación?
Creer, confiar, querer...
Porque no se puede vivir bajo una campana de vidrio: asfixia.
Ni en una torre de marfil... desde la que no se huele el pasto recién cortado...
Ni con guantes, sin sentir el calor de la mano que estrechamos.
Es preferible vivir expuesto a vivir a la defensiva: creer y ser engañado alguna vez y no, vivir desconfiando.
Llorar, a veces... habiendo reído muchas otras.
Sentir, sentir todo hondamente, aunque lo que tengamos que sentir sea a veces triste, muy triste... y otras, muy hermoso.
Poldy Bird.
domingo, 7 de abril de 2013
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle constantemente cruzada por la gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente evidente,
con el misterio de las cosas por lo bajo de las piedras y los seres,
con la muerte poniendo humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres,
con el Destino conduciendo el carro de todo por la carretera de nada.
Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a la ida.
Hoy me siento perplejo, como quien ha pensado y opinado y olvidado.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
La tabaquería, Fernando Pessoa
sábado, 6 de abril de 2013
viernes, 5 de abril de 2013
jueves, 4 de abril de 2013
miércoles, 3 de abril de 2013
"-Juega a las cartas con él.
-Pero si es un vulgar pueblerino.
-Pues entonces... rómpele el corazón."
"¡Ámala, ámala, ámala! Si te complace, ámala. Si te hiere, ámala. Aunque te rompa el corazón, y a medida que envejezca y se endurezca se te desgarrará más, ¡ámala, ámala, ámala!"
"¡No acordarme! Eres parte de mi existencia, de mí mismo. Has estado presente en cada una de las líneas que he leído, desde que vine aquí, un vulgar y tosco pobrecillo cuyo corazón heriste ya entonces. Has estado presente en cada proyecto desde aquel día, en el río, en las velas de los barcos, en los marjales, en las nubes, en la luz, la oscuridad, el viento, los bosques, el mar, las calles. Has encarnado cada fantasía con la que mi mente ha tropezado. No son más reales las piedras de las que están hechos los más recios edificios de Londres, ni tendrías mayor dificultad en desplazarlos con la mano de lo que han sido y seguirán siendo para mí tu presencia y tu influencia, allí y en todo lugar. Estella, hasta el último instante de mi vida no podrás sino ser parte de mi carácter, parte de lo poco que de bueno hay en mí, parte de lo que de malo llevo. Pero en esta separación, sólo puedo asociarte a lo bueno y fielmente te recordaré vinculada a ello, pues tienes que haberme hecho más bien que mal, cualquiera que sea la punzante tristeza que ahora pueda sentir. ¡Que dios te bendiga! ¡Que dios te perdone!"
Grandes esperanzas- Dickens
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