"El escritor es un ingeniero del alma"

viernes, 12 de junio de 2015


Dicen que no puedes sacar de tu mente lo que no quiere salir de tu corazón. Tal vez sea verdad la incapacidad de suprimir un recuerdo cuando aún deja de doler en nuestro interior. Crees que ya es historia y no queda resquicios de él en ti. Pero un día, en cualquier rincón de esa enorme habitación que tienes por alma, reaparece de entre la niebla un sentimiento desgarrador que te consume en lo más hondo de tu espíritu.
Quiero sacar ese recuerdo de esta habitación. Ventilar el espacio haciendo que huya para no volver jamás. Porque dolió, duele y tal vez dolerá. Porque no me mata ni me hace más fuerte: atormenta.

domingo, 7 de junio de 2015



Por si todo sale mal siempre tendré un plan: nunca saber qué hacer.
Llamadme loca, chiflada, pero creo que es la mejor forma de acabar con esa red de hechos estructurados como realidad que creamos dentro de nuestra mente y denominamos planificación. Cansada de tener una vida ya escrita por alguien a quien no le interesa qué opino de la deriva de mis pensamientos decidí refugiarme en la duda de no saber qué pasara mañana.


Guardo recuerdos para cada despedida incierta que la vida me otorgue. Palabras con el fin de curar alguna que otra herida generada a causa del destino. Sonrisas contagiosas que harán resurgir melancolías escondidas en lo más profundo del alma.
Tengo la esperanza de saber qué estoy haciendo cuando digo que sé lo que hago. O quizás de conocerlo al menos algún día. Porque hoy me llaman soñadora, pero yo sé que las olas siempre vuelven a beber de la orilla. Y la orilla permanece expectante ante la llegada de un nuevo suspiro del mar.
Las olas siempre vuelven para curar.