"El escritor es un ingeniero del alma"

viernes, 25 de enero de 2013



Antonio pasa lentamente las hojas del periódico acompañado de una taza humeante de café. No tiene prisa, ya no. Mientras observa vagamente los titulares del periódico piensa cuanto desearía abandonar estas tierras cargado de buenas noticias. Últimamente el mundo parece haberse vuelto algo más loco que al principio, algo que parecía en su momento casi imposible.
Él, que creía haberlo visto y conocido todo, daría cualquier cosa por ver un poquito más. Por volver a atrás. Por amar de nuevo lo que tanto sufrimiento le trajo. Por sentir otra vez sin el indeseable tiempo en su contra.
Antonio tiene 80 años y siente que solo le queda una cosa que esperar: la muerte. Pero mientras finge leer un periódico cargado de horribles noticias escucha las risas lejanas de dos jóvenes sentados en un banco haciendo que algo en su interior se desquebraje un poquito más. Serán las ganas de soñar.

domingo, 13 de enero de 2013



-...es otra cosa
- ¿El qué?
- Que alguien quiera matarme no por lo que he hecho, sino por lo que pienso... y, lo que es peor, si quiero pensar lo que pienso, tendré que desear que mueran otros por lo que piensan ellos. Yo no quiero que nuestro hijos tengan que matar o morir por lo que piensan.



Pese a ello, Juan se horrorizó al pensar que, si estuviéramos vivos en la tumba, terminaríamos por amar a los gusanos.



El silencio es un espacio, una oquedad donde nos refugiamos pero en el que no estamos nunca a salvo. El silencio no se termina, se rompe; su cualidad fundamental es la fragilidad y el epitelio sutil que lo circunda es transparente: deja pasar todas las miradas.



"No tuve tiempo de hacer planes porque otros horrores suspendieron mi futuro, pero ten pos seguro que, de haberlos hecho, tú hubieras sido la columna vertebral de mi proyecto."



Sin muertos, dijo, no habría gloria, y sin gloria, solo habría derrotados.
Los girasoles ciegos, Alberto Méndez.

jueves, 10 de enero de 2013



"Cada vez que veo cómo son los demás, estoy mucho más contento de ser como soy."
Werther, Goethe

viernes, 4 de enero de 2013




Uno de los momentos más duros que deberás afrontar en tu vida es aquel en el cual descubres que nada es tal y como esperabas. Para bien o para mal habrá cosas que odies y debas hacer, como aquellas que amas y te encuentras obligado a abandonar. El dolor puede ahondar en lo más profundo de tu alma a lo largo de los años del mismo modo que una sonrisa te hará sentir poseedor de todo aquello que desees.
El problema aparece cuando el agujero causado por el engaño y el miedo acumulados por los años es tan grande que te hace estallar, rompiendo en mil pedazos todo aquello que te rodea y destrozándote incluso a ti mismo. La cuestión es que explotar no te hará sentir mejor, lo único que conseguirá será hacer que todo cambie para siempre. Y que por mucho que lo intentes, las piezas de todo aquello que has destruido no vuelvan a encajar nunca más.

jueves, 3 de enero de 2013




Descubrí que los grandes momentos nunca han sucedido cuando esperabas. Preparas todo para conseguir un resultado perfecto, así lo deseas: pero en el último momento ocurre algo inesperado, con lo cual no contabas, dándole un giro de 90º.
Resulta que no estás más guapa cuanto más te maquillas ni te sientes mejor cuanto más altos son los tacones. Puede que al final lo más apropiado para una fiesta sea no olvidarte de lo más importante: ser solo tú.

miércoles, 2 de enero de 2013




La gente olvidará lo que dijiste,
olvidará lo que hiciste,
pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir.
Maya Angelou