"El escritor es un ingeniero del alma"

sábado, 26 de febrero de 2011


Conocí a alguien que tenía el corazón cansado, totalmente lleno de grietas… su latido era como el mecanismo de un reloj al que ya le queda pocas horas que marcar. Le aconsejé que se deshiciera de él por un tiempo, que metiera su corazón (o lo poco que quedaba de él) en un tarro y lo dejara sanar. Pero me respondió, que no pensaba desprenderse de su corazón por muy malherido que estuviera, porque por muy duro que fuera, observar sus grietas y mechas le hacía poder recordar quién es, por qué lo es y como ha llegado a serlo.

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