"El escritor es un ingeniero del alma"

lunes, 16 de mayo de 2011


Desesperación. Eso es lo que sentimos cuando vemos que todas las puertas se nos cierran y no podemos hacer nada más que sentarnos y esperar a que algún día vuelvan a abrirse. Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre en algún otro lugar, pero nuestra vista no puede alcanzar a verla. Pero por si no fuera así debemos creer que existen las ventanas. Si, las ventanas, ese pequeño agujero de forma rectangular que no nos permite entrar o salir, pero si observar el paisaje o tomar aire. Esta vez no propongo entrar por ellas ni romper paredes para crearlas… propongo algo más simple, sentarse al borde y simplemente mirar. Pensareis… está loca. ¿Por qué no usarla para tener una nueva oportunidad? Podría usarla, pero sería una oportunidad artificial. Aunque bien es sabido que las oportunidades se crean, estas no son creadas por nosotros… sino por nuestro amigo destino. Esta vez propongo un gran reto, aceptar las cosas como vengan. Y si no hay puertas pues aquí me quedo yo… sentada al borde de la ventana observando cómo los demás, ingenuos, intentan escalar hacia una puerta que tal vez está demasiado alta.

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