"El escritor es un ingeniero del alma"

jueves, 2 de junio de 2011


De pequeña dormía todas las noches con un peluche y no conseguía coger el sueño sin él. Todos los días, durante varios años, no dejé de hacerlo. Recuerdo que una noche estaba mojado y no pude dormir con él, pasé toda la noche mirando al techo... me sentía vacía, me faltaba algo. Pero al paso de los años, dejé de necesitarlo cada noche hasta el punto de no saber ni donde se encontraba. Descubrí que podía dormir sin él, que aquello que me parecía imposible que ocurriera, había cambiado.
Lo que quiero decir con esto es que, a veces aquello que nos parece imprescindible con el paso del tiempo pasa a ser algo más... o a no tener nada de importante para nosotros.
*Con el tiempo, aceptarás reemplazar lo irreemplazable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario