Éramos grandes cuando estábamos juntos; enormes diría yo. Volábamos alto a cada despertar, tú no dejabas de repetir: "haces salir lo mejor de mi" a lo que yo respondía que las cualidades sin se encuentran ni se pierden, simplemente están. Gritábamos silenciosamente nuestra desesperación por salir de esta cárcel en aire llamada hogar y nunca, nunca dejábamos de cantarle al amor...
Éramos grandes, somos grandes... Y hoy, sentada en este escalón observando el atardecer lo he sabido, porque vivir soñando es precioso, pero vivir dentro de un sueño suena increíble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario