"El escritor es un ingeniero del alma"

sábado, 15 de septiembre de 2012



Estoy segura de que mientras aquel príncipe escalaba la inmensa torre para rescatar a la hermosa chica de pelo largo no tenía en mente todo lo que vendría después.
El beso a aquella bella muchacha rodeada de gnomos, recorrer cielo y tierra en busca de la dueña de un zapato de cristal, hacerle ver que debajo de la piel de una bestia afloran miles de sentimientos.... ¿Quién no desea un final feliz?
El problema comienza cuando aparecen las riñas, los días grises, la distancia, los problemas económicos, el rencor, la debilitación del sentimiento...
Estoy segura de que si aquel príncipe hubiera pensando en todo lo venidero le hubiera parecido menos atractiva la idea de subir a la torre, arriesgarse a hacerse daño por alguien que tal vez en un tiempo solo le generara dolor y pesadumbre. Pero no lo hizo. Porque en ese momento no había lugar para futuros ni pasados. Solo estaba la existencia de un sentimiento y eso era lo más importaba.


Siempre he visto muy lejanos todos esos cuentos de hadas cuyos finales son cuestionables. Sin embargo creo en la mítica frase "por siempre jamás", pues no esconde futuros de riqueza ni amor a raudales sin ningún enfrentamiento, es mucho más que eso. Es la prolongación de un sentimiento que ahora es mucho más importante que todo tu ser.
Al enamorarnos sentimos que el futuro es algo incierto y el pasado oscuro, sin embargo el presente es maravilloso. Y lo único que deseas es que ese presente dure por siempre jamás...

No hay comentarios:

Publicar un comentario