"El escritor es un ingeniero del alma"

viernes, 4 de enero de 2013




Uno de los momentos más duros que deberás afrontar en tu vida es aquel en el cual descubres que nada es tal y como esperabas. Para bien o para mal habrá cosas que odies y debas hacer, como aquellas que amas y te encuentras obligado a abandonar. El dolor puede ahondar en lo más profundo de tu alma a lo largo de los años del mismo modo que una sonrisa te hará sentir poseedor de todo aquello que desees.
El problema aparece cuando el agujero causado por el engaño y el miedo acumulados por los años es tan grande que te hace estallar, rompiendo en mil pedazos todo aquello que te rodea y destrozándote incluso a ti mismo. La cuestión es que explotar no te hará sentir mejor, lo único que conseguirá será hacer que todo cambie para siempre. Y que por mucho que lo intentes, las piezas de todo aquello que has destruido no vuelvan a encajar nunca más.

2 comentarios:

  1. vaya... cuánta destrucción!
    es todo muy negro y cerrado, como si la vida fuesen cadenas!
    yo me sentía muy aprisionada en algunos momentos, pero aprendí a escoger de forma que casi nunca deba hacer nada que no quiera, pero es difícil a veces saber qué camino escoger para no arrepentirte luego...

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    1. La cuestión está en que a veces aunque creas que has escogido bien puedes acabar arrepintiéndote de ello...

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