"El escritor es un ingeniero del alma"

domingo, 9 de febrero de 2014


Hay cosas que se nos escapan, como intentar contener el agua entre tus manos.
Conoces a alguien, transmite ese algo... como cuando ves por primera vez el mar después de mucho tiempo. Conexión. Está ahí y existe. Puedo tocarlo con las manos. Rozas el agua con los dedos, con miedo a que esté demasiado fría. Con temor a resultar herida. Y tras un largo periodo de preparación te propones atraparla entre tus manos. Intentar construir aquello que llaman para siempre. Y las hundes en lo más profundo del océano. Sientes como tu alma arde, es tanto amor que comienza incluso a perder el sentido. Pero observas, que poco a poco, el agua se escurre entre las pequeñas grietas que dejan tus dedos. Sin saber como, comienzas a distanciarte. Hasta que ya no queda agua y ha vuelto toda de nuevo al mar. Cuando la distancia es tan grande que ya no distingues muy bien qué es, qué eres, qué sois.
Y comprender que tu sola no puedes retener algo tan bravo y libre como el agua. Entiendes que a veces, hay que dejar que escurra entre las grietas, haciéndolas más grandes. Enseñándote que siempre puedes volverlo a intentar con el agua de otro mar.

2 comentarios:

  1. Me recuerda a cierto texto de Agustín Bartra que decía algo así como “ La vida es como el agua: tócala con la mano abierta, y la sentirás vivir siempre en su fuga. Pero si aprietas la mano para cogerla, la pierdes." Hay cosas que no llegan a estar del todo en nuestra mano, pero por intentarlo no se pierde nada.
    Un saludo

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    1. oh! Desconocía tal texto. Tienes razón, la mayoría de cosas se nos escapan de las manos.. pero si no hiciéramos el ademán de perseguirla no existiría la pasión.
      ¡Gracias por leerme! Un beso

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