"El escritor es un ingeniero del alma"

martes, 25 de marzo de 2014




Los gritos se entrelazaron con un silencio sepulcral que solo sirvió para lapidar cualquier retazo de sentimiento. Campanadas de agonía por cada uno de los te quieros vacíos que pronunciaste ante ella. Jurarás solemnemente no hacerlo jamás, tratarla como se merece. Querrá creer que es verdad una vez más, completamente.
El corazón siempre será ciego e iluso. Dime ahora tú que no sufrirás nunca por nadie. Prométeme que no caerás de nuevo, una vez más, en las garras del desamor.

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