"El escritor es un ingeniero del alma"

domingo, 8 de febrero de 2015


El ser humano tiende a huir por naturaleza de aquellos lugares en los que no encuentra las condiciones óptimas para desarollarse como tal. Charlas aburridas que no llevan a ninguna parte, encuentros incómodos con personas no muy de tu agrado, situaciones inesperadas e inebitables que nos llevan a preguntarnos qué hemos hecho nosotros para merecernos tal tortura. Siempre buscaremos la salida más fácil ante la inseguridad y el agobio.
Pero existen veces en las que no encontramos un motivo explícito que de parte de salida a nuestro desagrado. ¿Qué es lo que nos hace sonreír falsamente ante un chiste tan poco ingenioso? Tal vez una extrema corrección que proviene de una educación parental demasiado preocupada por las opiniones o quizás simplemente estés usando otra herramienta más de fuga.
La síntesis de todo esto reside en un pasaje de tiempo dentro de ambientes que no nos agradan por una imagen que se acabará fugando a medida que los años avancen. Y yo te pregunto: ¿Por qué estas en una fiesta si estás triste? ¿Por qué decides maquillar todo lo que realmente te da vida?
Si quieres un consejo, desata ese nudo que rodea tu tobillo, dirígete hacia la primera salida más cercana y corre todo lo lejos que puedas. Porque podremos enjaular nuestros instintos por una, dos veces o incluso tres. Pero el tiempo pasa y siempre será una fiesta, con las mismas risas enlatadas y esa corrección prefabricada que nos mata y oprime.
Hasta que la naturaleza decide estallar.

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