Siempre me he sentido perteneciente a ese grupo de personas que a lo largo de su vida, por diversas razones, nunca dejan de sentirse solas. Ese vacío dentro de tu pecho cuando estás en soledad no disminuye a menor distancia de las personas. A veces incluso lo potencia.
Robin Williams decía que lo peor en la vida no es acabar solo, sino acabar con alguien que te hace sentir solo. A día de hoy tras experimentar ambas situaciones me creo en el derecho a decir que lo peor en la vida no es acabar solo, sino sentirte siempre solo.
Y aún así intentar no dejar de brillar.
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