"El escritor es un ingeniero del alma"

jueves, 10 de diciembre de 2015


Huir cuando aún no has llegado.
Sin apenas haber dejado tiempo para instalarte. Correr en dirección contraria sin mirar atrás con la única premisa de sentirte libre entre las rejas de una realidad cada vez más parecida a escaparate de tienda en centro de ciudad. Respirar entre el ahogo de una masa cuyos rostros apenas perceptibles comienzan a perderse en tu memoria a medida que avanzas calle alante.
Nunca se te dieron bien las despedidas, y menos aún cuando el silencio es el encargado de darlas.

Huir cuando aún no has llegado. Huir porque aún no has encontrado motivo para quedarte. Huir, porque siempre huyes.
Porque, ¿por qué no huir?

No hay comentarios:

Publicar un comentario