"El escritor es un ingeniero del alma"

jueves, 9 de junio de 2011

Pequeñascosasquemecambianlavida*


Un día, como cada mañana, mientras desayunaba con la cabeza en otra parte descubrí, que a un lado del blanco puro de la pared había una mancha morada. Agudicé la mirada y descubrí una preciosa flor. Pensé en fotografiarla, era simple pero a la vez tan hermosa...
Pasaron los días y cada mañana me repetía que luego a la tarde la fotografiaría. Hasta que una mañana, al sentarme descubrí que la flor se había marchitado. Ya no quedaba nada de ella excepto el tallo y una hoja, que casualmente desde mi perpectiva tenía forma de corazón.
Esto, como casi todo lo que me ocurre, me hizo pensar. Bien es sabido que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Dejamos pasar el tiempo repitiendonos una y otra vez que haremos las cosas en otro momento hasta que un día descubrimos que perdimos la oportunidad, o mejor dicho: las oportunidades. Día tras día tenemos montones de ocasiones y las dejamos pasar, creyendo que seguirán estando ahí hasta que nosotros decidamos utilizarlas.
Las oportunidades, como todo, se terminan. Y cuando esto ocurre lo único que queda es la gran sensación de vacío y el sentimiento de saber que tuviste aquello que deseas muy cerca y no lo aprovechaste.

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