"El escritor es un ingeniero del alma"

martes, 6 de septiembre de 2011


Removió lentamente el café. Le encantaba el olor a café recién hecho. Les encantaba. Le dio un sorbo y miró hacia la ventana. Llevaba tanto tiempo que sin lograr tener esa paz… Al otro lado de la acera unas chicas cargadas de bolsas reían. No podía escuchar sus carcajadas pero si imaginar su sonido. Cerró los ojos intentando recordar un momento en el que tenía todo sin poseer nada. En su interior quería gritar, insultar al tiempo, decirle que le debía una… intentar recuperar algo perdido.
En su mente solo había una imagen: aquel atardecer en el parque, cuando sentadas en un banco intercambiaban lecciones de vida aún sin vivir… imaginar las formas de las nubes resultaba demasiado fácil pero a la vez tan mágico…
Terminó su café y se levantó decidida: iba a crear recuerdos.

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