"El escritor es un ingeniero del alma"

domingo, 25 de septiembre de 2011

Volveré


El otro día vi a una niña con un peluche enorme. Andaba muy lentamente sosteniéndolo como podía, era demasiado pesado para ella. Le dijo a su madre: Mami ¿Me lo coges? A lo que esta le contestó: Te dije que no cargaras con él y tú insististe, ahora es cosa tuya. A esto que la niña se sentó en un escalón, le dio un beso al peluche y lo dejó allí. Cuando iba a cruzar la esquina volvió corriendo a por él, se lo puso en los hombros y siguió andando.
Esto me hizo pensar en nuestros sueños. ¿Acaso no actuamos de la misma manera con ellos? Tenemos un sueño, sabemos que es demasiado para nosotros pero aún así lo intentamos. Puede que en mitad del camino hasta conseguirlo nos pueda el miedo o las ganas de abandonar… En ocasiones desistimos, los tachamos de nuestra lista y vamos a por otro más fácil para al final terminar volviendo a por ese sueño que nos quedaba pendiente.
Y así vamos, abandonando sueños en las calles de cualquier lugar… prometiéndoles que volveremos para acabarlos o al menos para admirarlos. Prometiéndonos que hicimos lo que creímos para conseguirlos, lo que pudimos.

1 comentario: