"El escritor es un ingeniero del alma"

miércoles, 25 de julio de 2012




Los sentimientos se consumen al igual que un cigarro; y como éste lo único perceptible a la vista es su humo, es decir, los recuerdos.
¿Cabe la posibilidad de que ya no sientas nada, hasta el punto de no importarte lo que piensen de ti aquellos que más quieres? Supongo que sí, al igual que el destino acoge la posibilidad de evaporar con el paso del tiempo un recuerdo.
Hace tiempo comprendí que puedes llegar a ser la persona que quieres, siempre y cuando al mirarte te guste lo que ves. Pues a mi no me gusta lo que veo a mi alrededor: engaño, mentiras, ego, negatividad... A veces deberíamos parar un poco en este agitado mundo, respirar y preguntarnos si esto era lo que queríamos; si era lo que imaginabas cuando te preguntaban que quieres ser de mayor y a partir de ahí comenzar de nuevo a andar.

4 comentarios:

  1. me ha encantado el texto.
    Yo creo que me paro muchísimas veces a mirar alrededor y pensar, me resulta muy sencillo cambiar lo que creo que he de cambiar, pero también duele ver todo lo malo y las cosas que no puedes evitar...

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    1. Supongo que habrá que aceptar tanto lo bueno como lo malo...
      :)

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  2. Gracias, siempre tienes bellos comentarios para mi, y con respecto a tu texto, puede ser que todo lo que veas a tu alrededor sea la fachada de las otras personas que realmente no se han conocido a si mismos y se esconden tras un muro. Hay personas muy débiles a las que con un poco de ayuda podemos hacer que sus vidas y sus formas de ver las cosas giren en torno a un camino más positivo.

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    1. En el fondo todos somos débiles en algún momento.
      Gracias por comentar, me gusta mucho tu personalidad.

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