Crash

Me encanta observarte sin que te des cuenta para así poder dibujarte cada noche en mi cabeza justo antes de dormir. Hacer de la comisura de tus labios una sonrisa de convierte cada día en la más importante de mis tareas. Escucharte cada despertar sería un regalo que ni mil cantos de ruiseñores podrían equiparar.

Vivir, soñar, sentir. ¿Qué más se puede esperar? Tan solo que algún día consigas descifrar palabras de amor detrás de cada uno de los movimientos que componen la complejidad de mis ser, dejándome seguir mostrándote aquello que soy con toda claridad.
Permitiéndose seguir siendo yo, solo contigo.