Vendería mi alma al diablo por tan solo un abrazo. Aprendí a no esperar nada de nadie, a no necesitar a alguien, a poder huir cuando nada sale bien. A guardar un plan B.
Sonreír no es signo de felicidad, llorar no muestra debilidad. Mendigar un poco de tu amor se convierte a medida que pasa el tiempo en un acto más necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario