Por eso, y como sé, que esta será nuestra última vez te abrazaré muy fuerte para que puedas sentir que siempre estaré ahí. En cada despertar en una mañana de verano, con cada gota de lluvia al llegar al suelo, entre el sonido de las ramas de los árboles con el viento. Cuando rías, te sorprendas, llores, suspires, solloces, ames.
Aprender la posibilidad de poder vivir sin alguien perfectamente, hacerlo. Pero descubrir que no quieres seguir sin compartir un minuto más de cada hora en la que tu existencia carece de sentido por su ausencia. El amor siempre será lo más imperfecto que el hombre pueda tener.
Pero me abrazas y algo tiembla en mi. Tienes ese algo que me hace no querer mirarte pero no poder evitar hacerlo constantemente. Podría describir con exactitud la mayoría de tus expresiones y cada uno de los significados que contienen. Querría que el tiempo se detuviera en cada una de tus sonrisas. Sin embargo aquí estoy, confiando en que me quieres al menos un poco. Deseando que no descubras nunca lo vulnerable que soy ante ti. Lo inmensamente feliz que me hacen cada uno de tus enfados, manías, bromas, teorías...
Sin duda, una declaración de amor suicida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario