"El escritor es un ingeniero del alma"

jueves, 25 de diciembre de 2014



Hay épocas del año en las que es inevitable traer al recuerdo momentos ya pasados. A menudo huimos de los retazos que nuestra memoria recupera para hacer de un sentimiento algo desbordante y profundo.
Recuerdo cuando entusiasmada esperabas el día de hoy con anhelo. Cómo preparabas todo para que hasta el último detalle estuviera lista y así no dejar cabida a los imprevistos. A mi recuerdo vuelve la manera en la que sonreías y trasnochabas solo para vernos sonreír ante un detalle insignificante.
Pero hoy nos dedicamos a fingir que tu partida no hizo ningún daño. Aparentamos que nuestras costumbres siguen siendo las mismas y no hemos visto resentidos nuestros sentimientos con el paso de los años. Tu ausencia hizo que partiera una parte de nosotros, la mejor quizás, y eso es algo que nunca nadie va a podernos devolver.
Tan solo nos queda desear fuertemente que algún día volvamos a encontrarnos con nuestros yo pasados para que así podamos aprender todo aquello que nos enseñaste y hoy hemos olvidado.
Para que podamos seguir reconociendo el verdadero significado de la palabra Navidad.

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