"El escritor es un ingeniero del alma"

viernes, 10 de abril de 2015



¿Qué hacer cuando el mundo te desgarra el alma cual ave rapaz que acaba de apresar la comida entre sus garras? ¿Debemos dedicarnos a buscar consuelo en los aspectos mundanos que la sociedad nos ofrece? ¿O tal vez el retozo en una creencia carente de comprobación exacta sea todo lo que necesitamos?
Hoy, me encuentro decepcionada con aquellas cosas que la Tierra me ofrece en su día a día. Tal vez no sea más que una racha procedente de las grandes expectativas que deposité desde un principio en aquello que me rodea. O incluso resida en el dolor causado por las incidencias que la vida hizo en mi alma a pesar de mi corta edad de vivencias.
Sin embargo puedo alegar que sigo sonriendo ante la entrada del sol por las rendijas de la ventana mientras la luz inunda sigilosamente estas frías paredes blancas que han sido testigo de tantos sentimientos adversos. Puede que todo esto no sea más que un enfado pasajero que acabará esfumándose con el nacimiento de nuevas flores en mi jardín.
Cabe la posibilidad de que no esté decepcionada, sino herida, porque el mundo sigue siendo bello y yo aún tengo los ojos heridos.

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